Con el estreno absoluto del “Concierto Dionisíaco” del destacado compositor chileno Félix Cárdenas Vargas, el Instituto y Conservatorio de Música de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso finalizará el exclusivo Ciclo de Solistas IMUS PUCV y Orquesta Clásica PUCV con el concierto para guitarra y orquesta de cuerdas del notable guitarrista Esteban Espinoza Norambuena.

El evento musical se realizará el día miércoles 14 de septiembre, a las 18:15 horas, en el Aula Mayor del Edificio Isabel Brown Caces de la Casa de la PUCV, es con entrada liberada y 'Pase de Movilidad' vigente.

Esteban Espinoza, quien además es docente de IMUS PUCV, invitó a toda la comunidad porteña a disfrutar de este concierto, que se va a efectuar con la Orquesta de Cámara de la PUCV, dirigida por el maestro Pablo Alvarado.

“La Orquesta tiene un programa hermoso y muy variado, para que todo el público pueda disfrutar de una música bella. Lo digo de primera fuente, porque en los ensayos que he tenido con ellos de la mano de su director para el Concierto Dionisíaco de Félix Cárdenas, me he llevado una gratísima sorpresa, pues cada vez suena mejor. Es impresionante el sonido que están logrando. Es realmente un privilegio y un lujo para mí poder tocar con la Orquesta”, señala con gran entusiasmo.

Asimismo, realza que “mi amigo y colega, Félix Cárdenas, ha escrito esta pieza y nos la ha dedicado a la orquesta y a mí, lo cual ya nos alegra muchísimo porque hace una pieza pensada en los músicos que la van a tocar”, recalcando que es una obra privilegiada. “Me imagino que Félix escribe pensando en esa sonoridad, conociéndonos en esas posibilidades, y nuestras competencias y sensibilidades musicales. Entonces, hay algo que también me emociona mucho”.

“Tiki Tiki Tí”

Señala que el fascinante concierto cuenta con tres movimientos. El primero se llama “Cánticos”, “y responde a una visión de Félix Cárdenas de tomar músicas y ritmos de raíz folklórica del centro de Chile, como los ritmos propios de la cueca, por ejemplo; un poco más coloquial, musical. Parafraseando, se escucha el “Tiki Tiki Tí”. A partir de este tipo de ritmos, de manera muy elaborada, aparecen melodías, contrapuntos y todo un juego timbrístico. La Orquesta funciona extraordinariamente. Es muy exigente, tanto para la guitarra como para la Orquesta. Comienza no insinuando, sino textualmente aparecen estos ritmos con la guitarra apañada. Es un rasgueo, pero con las cuerdas apañadas, que lo hacen muy interesante al principio porque comienza la guitarra sola y, luego, se va sumando poco a poco la cuerda frotada, la Orquesta, también haciendo esta imitación de rasgueo de guitarra, con cuerdas apañadas. Por lo tanto, la guitarra es fundamental en cómo germina esta pieza, el germen aparece, brota desde la guitarra, como los brotes de la tierra, porque aparece esta sonoridad de campo, a través de los rasgueos y tal. Es muy bonito, muy rítmico y muy dinámico. La Orquesta se comporta de una manera extraordinaria porque no es fácil el ensamble que tiene que lograr. Pablo ha hecho un trabajo fascinante en ese primer movimiento”, relata el solista.

En tanto, el segundo, se llama “La Casa del Aliento”, “un movimiento muy tranquilo, con un tempo muy lento y con una cantidad de Divisis increíble en los violines, lo que logra una sonoridad muy rica. La armonía se genera con elementos mínimos en la aparición de cada instrumento. La guitarra aparece, luego, el primer violín, así, ocho Divisis, entonces, luego, se genera una armonía total, muy linda, muy tranquilo, completamente intro. Hay una introspección, El nombre ya nos dice algo un poquito más reflexivo, una imagen profunda y mucho más reflexiva. Y, al tener un tempo lento, la dificultad es que la sonoridad lograda debe ser tratada de una manera muy fina. Entonces, Félix corre el riesgo, pues, con poco, se puede caer. Tiene una parte central, en que la guitarra queda sola por un momento, con una melodía sublime, que sonoramente hablando toma mucha fuerza al final del segundo movimiento, y se desvanece poco a poco con unas melodías muy elaboradas, algunas, de muy fácil escucha y, otras, mucho más densas. Esa mezcla es muy interesante, y la sonoridad lograda es bellísima, de mucha reflexión, muy introspectiva”, nos interpreta el guitarrista.

Y, en contraste total con todo lo antes dicho en el primer y segundo movimiento, aparece un tercero, cuyo título ya anuncia qué se viene, “Vuelo Entre Pájaros”.

“Más largo el momento que en el primer movimiento, comienza la guitarra sola, con un tratamiento de arpegios ascendentes y descendentes que nos presenta una progresión armónica bellísima. Hay que ser bastante hábil para poder tocarla, pues la música requiere de una limpieza importante para este tratamiento de arpegios. Podríamos ver este vuelo entre pájaros, es lo más parecido a volar; da la sensación de estar en el aire volando y entre pájaros, porque pueden notarse estos aleteos, probablemente, de las otras aves que quizá estén junto a nosotros. En este vuelo, la guitarra sigue con estos arpegios, y la Orquesta de cuerdas entra también con una sucesión de arpegios; ambos se juntan y desembocan luego en unas líneas melódicas largas muy bellas, que invitan a un final, a un tercer movimiento muy amplio, con una mirada de arcos melódicos largos, es realmente hermoso.”

Luego, en la parte central de este tercer movimiento, “se alude un poco al primero, respecto de lo rítmico. Félix rescata algunos pasajes del primero y los cita nuevamente en este tercero. Este pasaje central termina con un juego rítmico entre guitarra y cuerda muy concertante. Eso quiere decir que el instrumento solista dice algo y luego la orquesta responde. Esa jugada de pregunta y respuesta es lo concertante. Queda la guitarra sola en medio del tercer movimiento con una cadenza espectacular en que el solista demuestra todo su virtuosismo, de manera muy ágil. Todo esto me deja muy entusiasta de tocar. Es una música bellísima y, realmente, ha sido un acierto de Félix Cárdenas. Yo invito a toda la gente a no perderse este estreno absoluto del “Concierto Dionisíaco” para guitarra y orquesta de cuerdas, en que el director, Pablo Alvarado, ha hecho un trabajo fabuloso, así es que están todos invitados”, concluye Esteban Espinoza.