Mirar hacia lo propio estudiando el patrimonio melódico como base para la creación de música de concierto y mostrarlo en nuevos escenarios, es la coronación de un trabajo colaborativo que contribuye al repertorio de la escena musical, cuyo estreno nacional se realizará esta semana en el marco del desarrollo del XX Festival Internacional de Música Contemporánea PUCV Darwin Vargas.

Se trata del “Concierto para Saxofón y Cuerdas” del destacado director y compositor chileno, Carlos Zamora Pérez, que será interpretado por Ricardo Álvarez Bulacio como solista en saxofón y la Orquesta de Cámara PUCV dirigida por Jesús Rodríguez Rubio, una invitación extendida a todo público para el día miércoles 11 de octubre, a las 19 horas, en el Edificio Isabel Brown Caces de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, ubicado en Avenida Brasil Nº 2241, Valparaíso, con entrada Liberada.

El norte chileno en saxofón y cuerdas

La obra es una pieza basada en sonoridades y melodías extraídas de la Fiesta de La Tirana, una recontextualización de ese patrimonio musical en un formato que no es el tradicional para ese tipo de música, a pesar de que en este caso el solista es un instrumento de viento, señala Carlos Zamora. Y, agrega que esta puesta en valor se suma al hecho de ponerla en un escenario que le es totalmente ajeno, lo cual hace posible socializar este patrimonio cultural.

Surge como un encargo que me hizo Ricardo cuando él hacía el Doctorado de Música en la Universidad de York, Inglaterra. Uno de los capítulos tenía que ver con el trabajo que hago, que es justamente este rescate o recontextualización de la música del norte de Chile. Soy de San Pedro de Atacama, de manera que es la música que me es más natural, y hay otras fiestas igual que La Tirana en otros pueblos al interior de Calama, como las diabladas y los tinkus. Ahí parte la idea que fue de Ricardo.

Señala que normalmente compone solo,

Pero había dos cosas que Ricardo deseaba de incorporar, que formaban parte de su propia investigación doctoral, en esta pieza que yo iba a componer: la utilización de estas melodías que él había recopilado en la Fiesta de La Tirana (2012), música que utilizo especialmente en el segundo y tercer movimiento y, como este era un trabajo colaborativo, las dos veces en que hay intervención del solista sin la orquesta, que son las cadenzas en el segundo y tercer movimiento, éstas son creación de Ricardo. Están incorporadas como la cadenza que existe en la forma del concierto tradicional, en que el solista mezclaba todo lo que se había escuchado antes o que se va a escuchar un rato más y, por otro lado, explora o muestra las particularidades del sonido de su instrumento. De esa manera se presentó este trabajo: yo, en la partitura —lo trabajamos juntos hasta que llegó el estreno, que se realizó acá, en York— con él como solista, y yo dirigiendo un pequeño grupo orquestal, un quinteto de cuerdas. Por supuesto que no era la ideal, porque esto fue pensado para Orquesta de Cuerdas, como va a ser interpretado ahora en el festival.

Recalca que el aporte y la contribución viene justamente del rescate de esos elementos locales para para ponerlos en escenarios que no les son naturales, como las temporadas de conciertos, y mucho menos festivales de música contemporánea, en los cuales uno espera escuchar cosas bastante vanguardistas, de exploración tímbrica o de otro tipo. “En este caso, más bien hay una puesta en valor y una propuesta estética desde un punto de vista algo antiguo, pero contribuyendo al rescate del patrimonio musical y multicultural de nuestro país”, concluye Carlo Zamora.

A partir del trabajo de campo, investigación y recopilación de melodías que realicé en la Región de Tarapacá, en la Fiesta de la Tirana, propuse una serie de creaciones musicales para distintas instrumentaciones, en este caso, Saxofón y Orquesta de cuerdas frotadas (Violín, Viola, Chelo y Contrabajo), que serían parte de mis conciertos para el doctorado. Esta en particular se basó en las transcripciones que envié a Carlos como una obra “a pedido”, para hacer una composición en base a melodías transcritas, específicamente, el segundo movimiento que es una despedida y, el tercero, que es un tinkus. Para mí es una obra muy especial, porque fue el primer resultado creativo de mi investigación doctoral. Estamos contentos de estrenarla por primera vez en Chile con un formato más grande como la Orquesta Clásica PUCV, más parecido a lo que lo pensó el compositor.

manifestó Ricardo Álvarez

Cabe recalcar que la obra, disponible en https://youtu.be/xGhPmWlsSCA, sólo se ha interpretado una vez en la Sala de Conciertos Jack Lyons de la Universidad de York, Inglaterra, en 2014. Para poder concretar este estreno en Chile, el profesor Ricardo Alvarez postuló al Fondo de Vinculación con el Medio 2023 de la PUCV, adjudicándose el financiamiento para el arriendo de la partitura y gastos de difusión. Existirán dos oportunidades para escucharla, el concierto del miércoles 11 en el Salón IBC, y el concierto educacional del día viernes 13 en Quilpué.