Tres obras de gran formato como son las pinturas “El martirio de Santa Paulina” de Gabriel Guay, “Asunción de la Virgen” de autor desconocido y el “Martirio de San Andrés” de Luca Saltarelli, están siendo restauradas por un equipo de profesionales bajo la gestión que la Alcaldesa Virginia Reginato encomendó a la Unidad de Patrimonio municipal.

Las obras que ostentan dimensiones superiores a los 3 metros de altura y/o de ancho pertenecen al Museo de Bellas Artes que el municipio mantiene en el Palacio Vergara mientras los trabajos de recuperación del edificio avanzan paso a paso.

Estas obras que son impresionantes por su enorme tamaño se van a poder exhibir apenas su restauración culmine al igual que la del edificio y se puedan ver estas antiguas pinturas en todo su esplendor, nuevamente en el Palacio Vergara.

La Concejal Eugenia Garrido, junto a los concejales Pamela Hödar y Andrés Celis, destaca que “se trata de piezas de gran belleza que nos cuentan historias que son interesantes y cuya temática nos abre a otra dimensión a través del arte ya que forman parte de la tercera colección pictórica más importante del país después del Museo de Bellas Artes y el Museo Baburizza en este tipo de cuadros tan antiguos en Chile”.

Cabe destacar que para desmontar estas pinturas se debió recurrir a todo un equipo de personas que trabajan en la obra y la instalación especial de andamios y poleas debido a su peso no causando daño alguno con el movimiento a los que en años no fueron sometidas.

Los expertos en restauración trabajan en eliminar suciedad adherida, remover la capa de barniz, eliminar repinte, hacer reintegración cromática en las áreas con pérdidas de capa pictórica, aplicar barniz intermedio y capa de protección y reintegrar relieves faltantes en el marco.

Los trabajos son financiados con fondos de la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo del Ministerio del Interior, provenientes del Fondo de Recuperación de Ciudades y son realizados por Carolina Herrera Kemp y su equipo que se adjudicó la licitación.

Las obras y su estado

La primera de las obras que ya culminó su proceso de restauración tras casi dos meses de trabajo corresponde a “El Martirio de San Andrés”, óleo sobre tela del siglo XVII de 2,20 metros de altura por 3,20 metros de ancho que contaba con una capa pictórica que presentaba repintes y desprendimientos, además de suciedad adherida y un marco en regular estado, con algunos faltantes de los relieves decorativos y en el que aún se trabaja para finalizar por completo esta tarea.

La “Asunción de la Virgen”, que según la programación de los expertos tomará 3 meses su restauración es un óleo sobre tela del siglo XVII que se alza a los 4 metros de altura por 2,45 metros de ancho. Este cuadro presenta una capa pictórica que se encuentra en mal estado, tiene faltantes, como también suciedad adherida, además de un marco en regular estado.

“El Martirio de Santa Paulina” mide 5 metros por 3,10 metros, corresponde a un óleo sobre tela que data de 1823 a 1899 y cuyo soporte, en general, se encuentra en buen estado, presenta suciedad acumulada y en cuanto a la capa pictórica no se observan pérdidas importantes, solo algunos repintes que significarán otros 3 meses de trabajo programado.

Respecto al Palacio Vergara, cabe señalar que los trabajos de restauración están a cargo de la empresa Proyectos y Rehabilitaciones Kalam S.A. Chile, con una inversión en obras civiles por $4.960.094.851 que provienen del Fondo de Recuperación de Ciudades de la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere) y que esta empresa ya restauró el Museo de Artes Decorativas - Palacio Rioja que ya abrió sus puertas a la comunidad.

El equipo se compone por 6 expertos en restauración y conservación de pinturas como también sus marcos o soportes.

La restauración de estas obras pertenecientes a la colección pictórica del Palacio Vergara exige a los profesionales trabajar bajo condiciones de iluminación especiales para realizar su tarea que los lleva a la observación minuciosa y corrección de detalles difíciles de ver.

Los marcos han sido rellenados con Paraloid, una resina altamente estable y durable que se utiliza especialmente en los museos, y en este caso, para consolidar el material, tras desinfectar y eliminar todos los xilófagos que en algún momento pudieron causar daño a la madera.