Para muchos el Día de San Valentín es una fecha ideal para compartir en pareja una rica cena romántica y qué mejor si contiene platillos afrodisíacos. Entre los ingredientes, suelen estar presentes los espumantes, las fresas, trufas, mariscos y chocolates.

¿Pero qué hay de cierto en esta arraigada creencia de que hay determinados alimentos que tienen propiedades especiales?

Para la nutricionista María Luisa Hervias, Jefa de Carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico, esto es más un mito que una realidad. “La verdad es que esto es solo un mito. Lo verdaderamente afrodisiaco es el amor que se despierta al estar al lado de la persona amada y aunque existe una extensa lista de alimentos a los cuales se les confiere este poder, en realidad esto se enmarca dentro de los mitos y creencias populares”, cometa la experta.

Además, indica que este supuesto poder afrodisiaco está descartado desde el punto de vista científico. “Si buscamos una razón científica del poder afrodisiaco de los alimentos, no existe ninguna. Solo se ha asociado a ello el alto aporte de Zinc que tienen algunos pescados, mariscos y semillas, ya que este mineral es esencial en la síntesis de progesterona, pero el mayor consumo de estos alimentos no indica una mayor producción de esta hormona”, precisa.

Por lo que su consejo para celebrar esta fecha es simple: “Complacer y demostrar a la pareja el amor, atreviéndose a innovar con cosas que realmente podrían hacerlos pasar una noche inolvidable”.