Más de 5.000 personas han visitado la exposición “Guayasamín en Viña del Mar, de la inocencia a la ternura”, que se exhibe en el primer piso del Museo de Artes Decorativas Palacio Rioja hasta el 14 de octubre, de martes a domingo, de 9:30 a 13:30 y de 15:00 a 17:30 horas, entrada liberada.

La muestra expone lo más representativo de la pintura de este emblemático maestro ecuatoriano, como también, un mensaje sobre su tercera gran serie o etapa “Mientras vivo siempre te recuerdo” de los años 80, en homenaje a su madre, la cual dio un giro esencial a los trabajos de este reconocido representante de la plástica de Latinoamérica.

La Alcaldesa de Viña del Mar, señora Virginia Reginato Bozzo, invita a la comunidad a visitar esta muestra que, sin lugar a dudas, ha sido todo un éxito y un regalo para los viñamarinos, como también para los turistas nacionales y extranjeros que buscan cultura y entretención en nuestra ciudad.

Cincuenta y cuatro cuadros, de óleos, obras gráficas, acuarelas y dibujos, forman parte de esta colección perteneciente a la Fundación Guyasamín, que realizara el artista en homenaje a las madres del mundo, en especial a la suya, Dolores Calero, quien lo apoyó desde el principio a ser pintor.

En cada una de estas obras, se aprecia el amor de madres e hijos, vínculo inquebrantable; la inocencia de los niños, con rostros llenos de ingenuidad y dulzura; y el amor de pareja, como una luz de esperanza para la humanidad.

A través de lenguajes vanguardistas, colores cálidos y puros, este imperecedero pintor, muralista y escultor, interpreta su pasión por la justicia social, deslumbra cambios en bien de la familia y de la sociedad.

Cabe destacar que la Sala Viña, también está exhibiendo 57 cuadros de esta colección hasta el 12 de octubre, de lunes a sábado, de 10:00 a 20:00 horas, entrada liberada.

Oswaldo Guayasamín

Nació el 6 de julio de 1919 en Quito y falleció en 1999 en Estados Unidos, teniendo una trayectoria artística muy vinculada con su vida personal y el contexto sociopolítico de la época.

Su madre fallece a los 46 años, y así una vida de privaciones deja una profunda huella en un niño de mucha sensibilidad. A sus siete años, Oswaldo ya revela su vocación artística y pinta sus primeras obras, desvelándose por encontrar un lenguaje propio, utilizando leche que le cedía su madre, alimento de su hermano recién nacido, para disolver las pastillas de acuarela.

En 1993 entra a la Escuela de Bellas Artes, llegando a ser el alumno más destacado y al mismo tiempo el mejor maestro. Más tarde, en 1940, a sus 21 años, se gradúa de pintor y escultor en la Escuela de Bellas Artes y en 1942 gana sus dos primeros premios.

Realizó exposiciones monumentales, más de 200 individuales, en los museos más importantes de Europa, América del Norte y del Sur, entre otros. Pintó a grandes personajes contemporáneos, escritores, artistas, políticos y estadistas.