Hace 17 años, Guadalupe Hernández, usuaria de INDAP y presidenta de la Agrupación de Turismo Rural de Cartagena, decidió dejar la localidad de Cochiguaz (Paihuano, Valle de Elqui), donde trabajaba como masoterapeuta, para instalarse en esta comuna balneario del Litoral Central, específicamente en el pueblito de Lo Abarca.

Y, si bien, fue al amor por su actual pareja el que la instó a realizar este importante cambio de vida, con el paso del tiempo se fue enamorando también de esta zona rural cartagenina e inició allí un pequeño emprendimiento agrícola, primero haciendo compost y cultivando una que otra hierba, hasta transformarse luego en la dueña del exitoso vivero “Afloraluz”, en el que hoy mantiene más de 100 tipos de plantas medicinales y ornamentales, producción que la llena de orgullo y satisfacción.

“Yo nací en Santiago, pero me fui a vivir a Cochiguaz a los 18 años. Viví 35 años en el norte en una comunidad donde trabajaba como masoterapeuta y ahí aprendí sobre plantas medicinales. Yo llegué aquí con un conocimiento que nadie entendía y la vida me cambió en 360 grados. Empecé desde cero con mi marido haciendo tierra de hoja, luego me puse a hacer compost y cultivar plantitas poquito a poquito hasta que pude contar con el apoyo del Prodesal e INDAP”.

Vivero

En ese tiempo el sueño de esta emprendedora era poder tener su propio vivero de plantas medicinales y aunque al principio fue muy difícil, porque el rubro no calificaba para ser usuaria de INDAP y no contaba con los recursos necesarios, sus ganas de salir adelante la hicieron perseverar en sus objetivos. Luego, con el apoyo de proyectos de INDAP y asesorías técnicas del Programa de Desarrollo Local (Prodesal) consiguió tener el anhelado espacio y construir su vivero.

Actualmente, Guadalupe tiene plantas medicinales como menta, melisa, poleo, yerbabuena, llantén matico, cedrón, lemongrass, canelo, aloe vera, lavanda y physalis, además de diversos tipos de flores como hortensias, crisantemos y bugambilias, plantas ornamentales y de interior como amarantas, corazón de jesús, entre otras y una variada muestra de cactus y suculentas.

Comercialización

La logística para la comercialización de sus productos ha sido una de las claves de su éxito.

Desde enero de 2018, todos los sábados y domingos, se instala en el Mercado Campesino que INDAP tiene cerca de la plaza de Lo Abarca, además de participar en cuanta exposición y fiesta costumbrista se realice en la zona.

La elaboración de tinturas medicinales o tintura madre, es otro de los emprendimientos en que ha incursionado esta usuaria. Se trata de la extracción de los principios activos de las plantas y que requieren de su maceración: “la fitoterapia yo la aprendí en el norte. Preparo tinturas madres que se hacen a partir de la maceración de la yerba medicinal, para lo que cuento con la autorización del SAG para el uso de alcoholes. Tengo 27 preparados distintos, algunos son para el sistema nervioso, otros para las varices o para la armonía. También traigo plantas del sur para diferentes dolencias”.

Uno de los sueños de Guadalupe es poder contar con un laboratorio de preparación de sus productos y una sala de secado de sus plantas. “Quiero poder contar con más tecnología para mejorar mi producción, por ejemplo, con paneles solares”.

“A través de programas especiales de fomento estamos apoyando fuertemente a las mujeres campesinas de nuestra región. Sabemos que son el motor de sus hogares y entre los mandatos que tenemos del Presidente Piñera está el poder mejorar los negocios agrícolas de nuestras usuarias con las herramientas que les permitan mejorar sus ingresos y su calidad de vida”, expresó el director regional de INDAP, Fernando Torregrosa.