Más de tres meses enfrentando la pandemia lleva el equipo clínico de la Unidad de Pacientes Críticos Adultos del Hospital Dr. Gustavo Fricke SSVQ. La contingencia sanitaria ha elevado sus esfuerzos, pudiendo aumentar considerablemente el número de camas críticas en la unidad gracias al traslado de diferentes servicios al nuevo centro asistencial. Si en marzo éstas eran alrededor de quince, actualmente los cupos en la unidad alcanzan los cuarenta, incrementando en un 300% el volumen inicial. Este aumento ha elevado el número de funcionarios en el área, lo propio ocurre con la demanda de insumos; englobando un trabajo que va desde lo clínico a lo administrativo para que en conjunto el hospital pueda sacar la tarea adelante.

Desde sus diferentes ámbitos, los funcionarios luchan para la recuperación de los pacientes graves aquejados por Covid.

Sin embargo, el hacer frente a una pandemia mundial trae complejidades. El principal es el riesgo a la salud de cada funcionario que entre en contacto estrecho con algún paciente contagiado. Por esto, el hospital ha dispuesto la entrega de elementos de protección personal para todos los funcionarios que lo requieran, con el propósito de reducir al máximo el riesgo de contagio durante la contingencia sanitaria.

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Marco Huilcamán
Dominique Prado
Andrés Pérez
Paola Miranda
Pamela Campos

El hecho de trabajar en pandemia, es un desafío para los equipos clínicos, en ese ámbito el jefe de la UPC Adultos del Hospital Dr. Gustavo Fricke, doctor Marco Huilcamán señaló que “el trabajo se ha hecho más complejo. Pero a pesar de eso nos hemos mantenido firmes trabajando, todos estamos con la camiseta puesta y esperanzados de que esto lo sacaremos adelante”.

Es una labor llena de desafíos que se agudiza en el escenario actual. Algo que destacó Paola Miranda, enfermera de la unidad en el centro asistencial viñamarino: “Nadie, ninguno de nosotros había vivido una pandemia. Es algo nuevo y desconocido para todos nosotros en el equipo, pero es para lo cual estamos formados y eso nos mantuvo en pie. La labor que uno cumple es tan importante para tanta gente, para tantas familias y pacientes que no te puedes restar y es un orgullo pertenecer a este equipo de trabajo”.

Pamela Campos es Técnico en Enfermería de la UPC, y desde que se inició la contingencia sanitaria ha estado a diario en contacto estrecho con los pacientes Covid. Por motivos de seguridad, se aisló de su núcleo familiar más cercano “Estamos alejados socialmente de las personas que queremos. En mi caso, me encuentro aislada de mi hijo que es asmático y se encuentra en Valparaíso con sus abuelos, pero es por cuidarlo a él. Ha sido muy difícil, es un pequeño de 7 años, lo hemos podido sobrellevar y en algún momento pasará todo esto y volveremos a estar juntos”.

Lo mismo ocurre con Dominique Prado, auxiliar clínico. Asegura que el cambio de protocolos de seguridad en la atención ha sido clave para mantener resguardado al personal, “es cansador, pero finalmente se cumple el objetivo que es acompañar al paciente que está solo, porque este virus es tan contagioso que ni siquiera la familia los puede visitar”.

El desgaste queda a un lado cuando se cumple la tarea de rehabilitar especialmente a pacientes que han sido conectados a respiradores artificiales. En esa labor, Andrés Pérez, kinesiólogo, de la unidad es fundamental: “es para lo que estamos formados y trabajando acá. Lo que uno busca es la rehabilitación y la recuperación del paciente, sobre todo para nosotros como kinesiólogos, siempre estamos enfocados como a la rehabilitación, pero acá es distinto porque estamos enfocando una patología aguda, prácticamente como salvando la vida del paciente”.

No se sienten la primera línea, sino que la última instancia y oportunidad para los pacientes que se encuentran graves. Muchas veces salvan vidas y en otras ocasiones pierden la batalla, lo cierto es que el esfuerzo y compromiso del equipo que compone la Unidad de Pacientes Críticos Adultos es absoluto, con la finalidad de recuperar y rehabilitar a sus usuarios.