La traducción más literal de Wikkelhouse, sería algo así como casa envuelta, y el concepto no es erróneo, este tipo de viviendas se construyen en módulos a partir de paneles de contrachapado chileno de pino radiata de la empresa Arauco, además de sistemas de aislación térmica que, en el caso nacional, es creado a partir de lana de oveja, una membrana hidrófuga semipermeable y fachada de pino termotratado. Así la casa queda absolutamente aislada y hermética, con un estilo de diseño que ha encantado en Europa.

La empresa Tronconoble instaló la primera Wikkelhouse en la zona de Cañón del Blanco en Curacautín Región de La Araucanía. Casas que utilizan madera chilena, fueron creadas en Europa bajo este diseño innovador y sustentable.

Oep Schilling de Fiction Factory es el holandés que hace varios años comenzó con este negocio de construcción, a la fecha lleva 70 casas vendidas, pero hace un año quiso expandirse y comenzó por el lugar de donde importa los materiales. “Los árboles crecen en Chile y también está allá la fábrica de madera contrachapada de pino. Entonces pensamos que lo correcto y más sostenible es mostrar el resultado cerca de su fuente de fabricación”.

Así llegaron a Tronconoble, empresa que le entregó a Oep la calidad y resguardo que requiere el desarrollo de este tipo de viviendas. “Tronconoble es una compañía muy creativa y calificada. Esas son dos características muy importantes que buscábamos para nuestro partner en Chile”, comentó.

A partir de ahí se gestó esta sociedad que comenzó por capacitar personal de Tronconoble para construir las viviendas, adquirir el equipamiento necesario y adaptar las viviendas a las necesidades ambientales y técnicas de Chile. “Wikkelhouse significa casa envuelta, en Holanda lo hacen con cartón corrugado que cumple una función estructural como de aislación térmica, pero para Chile tenía poco sentido. Así que dijimos hagámoslo acá con un aislante ecológico y optamos por lana de oveja”. Así lo explica Andrés Gutiérrez, arquitecto y fundador de Tronconoble.

Wikkelhouse está formada por segmentos de 1,2 metros de profundidad, que se pueden conectar y desconectar fácilmente. La configuración por módulos hace que la casa sea flexible y que se puedan añadir más módulos, para más metros. “En su gran mayoría han sido adquiridas como cabañas de descanso, estudios u oficinas. La gran ventaja es que llevan 7 años desarrollándola y está muy maduro su proceso. Tiene 14 cm de aislación que es más de lo que comúnmente se utiliza en Chile, es muy fácil calefaccionar, tiene un sistema de aire acondicionado que es suficiente, el espacio interior es muy rico, tiene una calidad muy buena y una forma muy de juguete”, aclara Gutiérrez.

Marcelo Bonnefoy, gerente de Corma Araucanía valoró la unión entre la empresa holandesa y chilena, principalmente porque fue una empresa forestal grande (Arauco) quien recomendó a Tronconoble lo que visibiliza y fortalece la cadena de valor de la industria de la madera. “Este emprendimiento es muy valorado por nosotros por varias razones: por ser innovador, por utilizar madera de nuestro país, por disminuir la huella de carbono de la vivienda que la hace eco-sustentable, además porque implica capacitación de los trabajadores y por ser la primera región donde se construyó”.

La primera Wikkelhouse de Chile ya está instalada en la zona del Cañón del Blanco en Curacautín, y pertenece a una pareja de holandeses que ya disfrutan de este tipo de construcción, una que viene a romper los moldes en cuanto a arquitectura y diseño y que es hecha con materiales chilenos a la medida del cliente, de fácil y rápido montaje, durable, liviana y por supuesto 100% sustentable.