El bienestar físico y emocional de los trabajadores de la salud son pilares fundamentales que contribuyen a sobrellevar de mejor manera la atención sanitaria en momentos de gran exigencia como los que vive la Red Asistencial. Es por ello que en el Hospital de Quilpué, el Programa de Salud de los Funcionarios sigue muy activo brindando atención médica y no médica a las y los trabajadores del recinto.

Paola Araos, jefa de la Unidad de Calidad de Vida que implementa el Programa de Salud de los Funcionarios explicó que este dispositivo continúa con las atenciones del equipo médico-paramédico, con una especial atención a la aparición de síntomas asociados a COVID19. Se estableció una encuesta para pesquisar funcionarios con alguna patología de carácter respiratorio de tal manera de hacer derivaciones según corresponda, mientras que se siguen atendiendo los otros cuadros o enfermedades regulares.

“Se siguen realizando los exámenes de Salud a los funcionarios que están cubriendo turnos durante la emergencia sanitaria y paralelamente se está realizando el Examen de Medicina Preventiva (EMP) que corresponde a un compromiso de gestión del establecimiento”, explicó.

El área de kinesiología cuenta con 2 profesionales, equipo que debió colaborar en el momento más arduo de la emergencia sanitaria, con la atención kinesiólogica de pacientes hospitalizados. Ya desde el mes de junio, se volvió atender con equipo completo logrando bajar la lista de espera de funcionarios que esperaban rehabilitación kinesiológica, e implementar otras estrategias de atención.

Así lo destacó la dupla de kinesiólogas Elizabeth Ardissoni y Stefany Ortega quienes comentaron que la atención de esta área de la salud durante esta pandemia “ha reflejado cambios psico-físico y emocionales en nuestros funcionarios, que como equipo kinésico hemos debido abordar estratégicamente. Se han pesquisado aumento de lesiones de tipo tensional como cervicalgias, cefaleas y bruxismo entre otras, además de dificultad en el desplazamiento de usuarios con licencia médica que deben ir y venir de sus hogares hacía al mismo hospital, por lo tanto se han implementado atenciones vía tele-rehabilitación y cápsulas informativas para la comunidad hospitalaria como una ayuda extra en el arduo trabajo realizado durante este tiempo”.

Así también se ha intensificado la atención psicológica a la comunidad funcionaria, no sólo a través de intervenciones individuales sino también grupales y de talleres específicos para apoyar en contención psicológica a los servicios clínicos más críticos.

Para ello se sumaron 22 horas de trabajo profesional, durante este tiempo de emergencia, de tal manera de aumentar las atenciones individuales y algunas atenciones grupales específicas a solicitud de jefaturas. Así también se habilitó atención telemática del psicólogo para evitar un porcentaje de las atenciones presenciales.

De esta manera sigue activo el Programa de Salud de los Funcionarios del Hospital de Quilpué, brindando atención a quienes son parte de las comunidades más afectadas por la Pandemia —por encontrarse más expuestos y en condiciones de mayor exigencia— para desarrollar sus funciones con la mejor calidad posible.