Tras conocerse la decisión de la Dirección de Obras Municipales (DOM) de dar punto final al bullado proyecto inmobiliario en la parte alta de Valparaíso, el parlamentario reconoció el importante rol que podría jugar el Estado para dar tranquilidad a los vecinos y destinar los terrenos a un lugar de conservación.

“Lo que viene ahora es saber qué hacemos con esos terrenos que son de carácter privado”, señaló.

Durante la jornada, y una vez conocida la resolución adoptada por la Dirección de Obras Municipales (DOM) de Valparaíso, de dejar sin efecto el permiso de construcción que mantenía un proyecto inmobiliario para edificar 11 torres de altura en los terrenos que colindan con el ex jardín Pümpin y los paños pertenecientes a la ex Compañía Chilena de Tabacos en el corazón del Barrio O'Higgins, el senador por la región, Ricardo Lagos Weber valoró la medida y que viene a zanjar una disputa de años entre los vecinos del sector y la inmobiliaria a cargo del proyecto.

A juicio del parlamentario,

“Hemos conocido en los días pasados, una buena noticia. La Dirección de Obras Municipales de Valparaíso (DOM), a instancias y requerimiento del Ministerio de la Vivienda, que ha caducado el permiso de construcción del proyecto inmobiliario que se pretendía hacer en el Barrio O'Higgins, en el ex jardín Pümpin y en los terrenos de la ex Compañía Chilena de Tabacos.”

Sobre esta materia, Lagos Weber recordó que

“Estos terrenos están protegidos, pero además, se quería hacer un complejo habitacional muy grande, que iba ser muy invasivo y que destruiría todo el valor patrimonial que tiene el Barrio O'Higgins. Lo que viene ahora es saber qué hacemos con esos terrenos que son de carácter privado”, declaró.

Respecto a los destinos que podrían tomar los terrenos del ex jardín Pümpin, el senador por Valparaíso reconoció que hay

“Una propuesta que han empujado los vecinos del Barrio O'Higgins, con quienes hemos trabajado este tema, desde el año 2013, es ver la posibilidad de que el Estado chileno pueda adquirir para sí estos terrenos y dedicarlos a un lugar de conservación de la naturaleza, de participación y un buen uso público de los mismos, evitando un desarrollo inmobiliario desproporcionado”.