Con La presencia del Director Regional del FOSIS, Marcelo Aguilar, la alcaldesa de la comuna de Hijuelas Verónica Rossat y la concejala Romina Basaez, 28 empeñosas mujeres pudieron certificarse, tras su participación en un programa de la línea de acción comunitaria que el FOSIS trabaja, para apoyar a agrupaciones sociales de territorios vulnerables, que les permitan generar tanto lazos de amistad y apoyo como recursos para apoyar a la economía del hogar.

A través del programa Acción en Comunidad de la línea de los Autogestionados, 24 mujeres y 1 hombre de esta rural comuna, pudieron aprender este oficio, no solo con el fin de hacer y ofrecer sus productos, sino que además, para ser monitor y monitoras de la disciplina.Para la jefa comunal la iniciativa es un gran apoyo para las mujeres de sus comuna “hemos trabajado muy bien con el director del FOSIS y por eso le doy las gracias, porque ellos entregar el recurso económico, la plata para financiar estas iniciativas hermosas, pero nosotros apoyamos con la gente y con entregarles los espacios para que se efectúen de la mejor forma posible estas actividades” comentó

Por su parte, Marcelo Aguilar dijo que “ este proyecto autogestionado viene de la mano de lineamientos fuertes que tiene FOSIS, de trabajar con las familias más vulnerables y personas en situación de vulnerabilidad, desde ahí que se haya traducido este proyecto en talleres de mimbre, en rescatar lo que es la identidad en la comuna de Hijuelas, hace que proyectos como éstos vengan a potenciar muy fuertemente la chilenidad, nosotros creemos que iniciativas de este tipo deben seguir fortaleciendo a la región y este proyecto hoy día es la muestra de ello, estamos en la línea de lo que planteó la Presidenta Michelle Bachelet que tenemos que estar trabajando con los que más lo necesitan, con los más vulnerables, y así lo estamos haciendo y así vamos a seguir”.

Por su parte la usuaria María Astudillo, señaló en su intervención que “no tenía idea de que podía hacer tantas cosas y menos conocía el trabajo del mimbre y la verdad es que hoy he aprendido mucho y estoy feliz por mí y mis compañeras que logramos aprender y acá está la muestra de eso, así que estoy muy feliz y agradecida”.

Las clases se realizaron durante cinco meses, todos los miércoles de cada semana, en jornada de tarde, dedicándoles más de cuatro horas de trabajo por día de taller, al aprendizaje de esta hermosa actividad tan autóctona de la zona central de nuestro país.