Han pasado siete años desde el día en que la emprendedora de Cabildo, Cristina Pizarro, tuvo literalmente una revelación que le cambiaría la vida para siempre. Según ella misma relata fue a través de un sueño cuando una extraña imagen onírica le habló respecto de un "alimento del futuro" de nombre "amaranthus". Sin saber muy bien de qué se trataba comenzó a investigar y terminó por comprender que lo que en su sueño se le manifestaba era una misión muy especial: cultivar amaranto, una planta alimenticia considerada sagrada por las antiguas civilizaciones inca, azteca y maya.
Con el apoyo de INDAP, emprendedora produce más de mil kilos de Amaranto, un pseudo cereal considerado alimento del futuro y que además fue parte esencial de la dieta de los incas, aztecas y mayasFiel a esta especie de llamado místico, esta pequeña agricultora cabildana dejó atrás su vida anterior y comenzó un viaje existencial que la llevó a replantearse y dedicarse en cuerpo y alma al cultivo de este producto natural.
Llevaba varios años trabajando en Santiago y el estrés metropolitano terminó por agotarla y decidió volver a su tierra natal, específicamente al Valle de Alicahue, donde, en medio de su trabajo en talleres de desarrollo humano, se topó con esta verdadera revelación que hoy la tiene enfocada en “Amaranto Mundos”, un emprendimiento que comenzó tímidamente con unas pocas plantas y que en la actualidad la tiene produciendo cerca de una tonelada y media del apetecido producto. "Con el tiempo se fue dando todo, me trajeron unas semillas y después de dos años comencé a cultivarla casi por hobby. La gente me empezó a buscar y pedir amaranto”, comenta Cristina.
Una de las principales motivaciones para continuar con este sueño, según cuenta, fue el apoyo del programa Prodesal de INDAP que recién comenzaba a funcionar en Cabildo. Se inscribió como usuaria y comenzó con diferentes apoyos que le han permitido poder avanzar y modernizar sus procesos productivos que la han llevado a que actualmente sea parte del Programa de Asesorías Técnicas, SAT de INDAP: “el apoyo del INDAP ha sido muy importante, porque me fueron direccionando, apoyando y me ayudaron a despertar con esta misión que tengo con el amaranto y ahí vinieron las asesorías técnicas que fueron fundamentales. Además he postulado, a proyectos como la máquina chipeadora para hacer el trabajo más rápido y mecanizar el sistema y proyectos de inversión para la sala de procesos”.
Cosecha
Tan exitoso ha sido el emprendimiento de esta cabildana que de diez hileras de plantas con las que comenzó, ya va en dos hectáreas de las que espera cosechar, por estos días, cerca de una tonelada y media de este pseudocereal. A lo que se suma un proyecto asociativo con otra usuaria INDAP a la que asesoró y entregó semillas para posteriormente poder comprar su producción bajo las condiciones de cultivo sustentable que tiene “Amaranto Mundos”.
Entre los productos del amaranto que ofrece esta emprendedora está el grano insuflado —tipo cabritas— el grano molido —como harina— y uno de sus últimas creaciones, el grano insuflado y caramelizado con miel, que ha tenido mucha aceptación, asegura esta entusiasta emprendedora.
La comercialización de sus productos la realiza principalmente a través de entregas directas a clientes de La Ligua y Cabildo, la participación en ferias INDAP y la venta a otros emprendedores que la procesan como barritas energéticas: “Queremos que el valle de Alicahue se identifique por tener plantación de amaranto como alternativa a otros cultivos y constituirnos como empresa para poder llegar masivamente a negocios de Santiago y regiones.”.
Al respecto, el director regional de INDAP, Helmuth Hinrichsen, expresó que “estamos potenciando emprendimientos que apuntan a la innovación desarrollando una nueva línea de productos que agregan valor a su producción. Es un negocio que ha logrado fortalecer gracias a su visión, perseverancia y los instrumentos de INDAP que le han permitido mejorar su producción y mecanizar la cosecha”.
Propiedades
El que el amaranto haya sido tan importante en la dieta de los aztecas y otras civilizaciones andinas, hace que el estudio de este cultivo sea algo extraordinario y prometedor.
Al igual que la quínoa, el amaranto fue seleccionado por la NASA para alimentar a los astronautas por su alto valor nutritivo, por su aprovechamiento integral, por la brevedad de su ciclo de cultivo y por su capacidad de crecer en condiciones climáticas adversas.
El grano de amaranto posee aproximadamente un 16% de proteína, un porcentaje un poco más alto que el de los cereales tradicionales. Sin embargo, su importancia no radica en la cantidad sino en la calidad de la misma con un excelente balance de aminoácidos. Tiene un contenido importante de lisina, aminoácido esencial en la alimentación humana.