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“A veces pareciera que en este país tienen más derechos quienes están privados de libertad, que los funcionario penitenciarios del Estado, que llevan años peleando por mayor dignidad. Me parece inconcebible que aún sabiendo en las condiciones que trabajan, las trabas que tienen para crecer profesionalmente, el riesgo que conlleva su función y las medidas de presión que están aplicando ante los años de invisibilidad, la autoridad aún no sea capaz de sentarse a dialogar con ellos”. Así lo manifestó la diputada Andrea Molina, en apoyo a las demandas realizadas por los dirigentes de las Asociaciones ANSOG, AGECH y AGENCHI.

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La parlamentaria agregó que “los gendarmes han sido tremendamente mesurados, dialogantes y respetuosos de los tiempos de la autoridad. He sido testigo de las veces que se han sentado a negociar avances en sus propuestas, pero hasta ahora han logrado poco y nada”.

Cabe precisar que las las asociaciones en su conjunto exigen que el gobierno tramite con urgencia prorrogar las facultades al Director Nacional para eximir de los requisitos de ascensos por mérito hasta el año 2020; ingresar, previo debate con las organizaciones de funcionarios, un proyecto de ley que aborde la crisis de carrera funcionaria durante el primer trimestre del año 2017; la defensa de la institución ante la Contraloría y, por último, seguridad para los dirigentes huelguistas y movilizados para que no sus acciones no amenacen su estabilidad laboral.

Molina advirtió que ha sido testigo de las barreras que tienen en la ejecución de sus funciones, de la escasa inversión en la mejora de sus condiciones para trabajar dignamente y con seguridad, del injusto trato en comparación a instituciones como Carabineros y PDI y del nulo interés de los gobiernos de turno por hacerse cargo del problema.

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“Es una pena que las personas deban radicalizar sus acciones para que puedan ser escuchados. En medio de tanta violencia, descontento y cuestionamientos, deberíamos tratar de ocuparnos antes de tener que reaccionar sobre hechos consumados, que luego terminan siendo dramáticos, por la falta de empatía de la autoridad”, finalizó.