Hasta la termoeléctrica Nehuenco llegó la diputada Andrea Molina junto al abogado Antonio Barchiesi, para fiscalizar el incendio que afectó las dependencias de dicha central de producción energética y que tuvo en alerta a toda la comunidad quillotana.

“Hemos llegado hasta acá para investigar in situ lo que está ocurriendo con el incendio que desde la mañana afecta a la termoeléctrica Nehuenco. En mi rol fiscalizador, solicitaré a los servicios tanto de Salud, como de Energía, Medio Ambiente, a Bomberos y a quienes sea necesario, me informen los protocolos de prevención con los que contaba esta planta, la última mantención que se le hizo y tanto las causas que originaron este siniestro como las repercusiones que éste tendrá para la gente de Quillota”, puntualizó la parlamentaria.

Molina agregó además que, “esta no es la primera vez que ocurre una situación como esta, lamentablemente es la tercera vez y si bien afortunadamente no pasó a mayores, dificultosamente pudo ser controlado por Bomberos de nuestra zona porque no tienen la tecnología necesaria para poder abordar una situación como esta”.

En materia medioambiental, la legisladora anunció que llegará hasta las últimas consecuencias para esclarecer porqué no se encontraba funcionando la estación de monitoreo de dicha planta de energía, reiterando su constante queja frente a la poca efectividad de estos sistemas de medición y control de contaminación.

En tanto, el abogado Antonio Barchiesi manifestó su preocupación, toda vez que, al margen del impacto medioambiental que significa para la ciudad, “la fragilidad en los protocolos de prevención de Nehuenco fallaron estrepitosamente y si bien el incendio fue controlado, quedan dudas respecto de la capacidad pevisora de la central”.

“Ésta es una de las centrales más importantes en términos de cantidad de energía inyectada al Sistema Interconectado Central, y una falla así la dejará funcionando a la mitad de su capacidad, y si bien no ha afectado el suministro eléctrico, bien podría afectar el bolsillo de los quillotanos y de los chilenos en general”, señaló.

Por otra parte, Barchiesi reconoció el oportuno trabajo para controlar la emergencia por parte de Nehuenco, pero alertó que “las centrales son una bomba de tiempo, ya nos dimos cuenta. Los vecinos de Quillota no saben que Nehuenco y San Isidro almacenan en conjunto casi 7 mil metros cúbicos de combustible; estamos hablando de 7 millones de litros, que equivalen a lo menos a 100 bencineras promedio y cualquier incendio puede desencadenar una tragedia”.

Fiscalización del municipio

Si bien, la diputada UDI y el abogado quillotano recalcaron la magnitud del impacto que una emergencia de este tipo puedo haber tenido en Quillota, no dejaron de manifestar su preocupación por otro tipo de lugares en donde a menor escala, también existen depósito de elementos combustibles.

“En tres días más el incendio pasará y dejará de ser noticia, pero existen muchas industrias en Quillota, que a menor escala, también almacenan combustibles y se emplazan en sectores poblados, sin ser oportunamente fiscalizadas por el municipio y claramente podrían ser detonantes de una emergencia. En ese sentido hago un llamado a las autoridades comunales en Quillota, no para clausurar, pero sí para regularizar y normalizar la situación de este tipo de empresas, que además de constituir un riesgo de incendio en sectores poblados de la ciudad, son habitualmente causantes de ruidos que provocan molestias a los vecinos”, concluyó Barchiesi.