La falta de superficie para el palto llevó al INIA, en su rol de validar y estudiar el uso de nuevas tecnologías, a indagar acerca del uso de cubiertas plásticas en palto. Sin duda, una apuesta inédita en un entorno con todo tipo de limitaciones como es la Provincia de Petorca.
Llegar a estas tierras no es fácil. En suelos a ratos empedrados, en una geografía cada vez más árida, Agrícola Pililén en Cabildo es testigo de una nueva manera de enfrentar los problemas de agua y de helada.Agrícola Lilenes se encuentra bajo la administración del ingeniero agrónomo Allent Vega, ingeniero agrónomo, quien nos cuenta que aquí se estableció una hectárea de palto bajo invernadero con el propósito de disminuir el consumo de agua y aumentar el rendimiento.
El especialista del INIA La Cruz, Raúl Ferreyra, prefiere ser cauto. “De acuerdo a las diferentes mediciones dentro del invernadero es posible bajar el consumo de agua en un 30 a 40%”. Eso sí, plantea el experto, “es una apuesta disminuir la pérdida de agua por evaporación. No sabemos si va a funcionar”.
El proyecto cuenta con el financiamiento del FIA además del aporte de la Exportadora Cabilfrut y el Ministerio de Agricultura; y, será ejecutado entre el 2017 y 2019. Se titula "Estrategias para disminuir los requerimientos de agua de riego en paltos como herramienta para enfrentar la escasez hídrica en la provincia de Petorca y lo encabezan Alejandro Antúnez, director responsable y Raúl Ferreyra Espada, codirector, junto a un equipo técnico que recorren cientos de kilómetros a lo menos dos veces por semana para realizar múltiples mediciones. Ellos son Valeska Rojas Bravo, ingeniero agrónomo y Diego García Gómez, técnico agrícola nivel superior en fruticultura.
En este momento se trabaja a nivel experimental. “Suponemos que va a ser rentable. Todos los esfuerzos que ha hecho el país han sido en mejorar las pérdidas que son por percolación profunda o escurrimiento superficial a través del cambio de riego superficiales a sistemas localizados (goteo o microaspersión). Sin embargo, es posible aumentar la eficiencia del uso del agua al disminuir la evapotranspiración sin afectar los rendimientos al cambiar el microclima en las plantas”.
El desarrollo de esta tecnología de paltos bajo invernadero permitirá disminuir la evapotranspiración al modificar la temperatura, humedad relativa, radiación y viento poniendo los paltos bajo condiciones controladas de invernadero. Estos cambios micrometeorológicos permitirían darle al palto condiciones climáticas más parecidas a su origen subtropical.
El uso de esta tecnología significa aumentar los costos de producción en aproximadamente 3 mil dólares anuales por hectárea. En palto ésta es una de las primeras iniciativas. Ferreyra destaca que “en uva de mesa existe a nivel de país alrededor de 400 hectáreas bajo plástico. También hay un incremento interesante de la superficie bajo plástico en cerezos y arándano”.
El proyecto cuenta con personal técnico que visita semanalmente el campo para monitorear y hacer los ajustes necesarios.
Esta investigación incluye una gran cantidad de mediciones, todas automáticas. Por ejemplo, dentro de las mediciones que se realizan se encuentran los estudios fenológicos, de polinización, es decir, el número de visitas de abejas que llegan a la planta.
Se lleva un control de las variaciones microclimáticas, temperaturas, humedad relativa, viento radiación neta, déficit de presión de vapor, Eto (evapotranspiración del cultivo de referencia). También se lleva un control continuo de la humedad en el suelo cada 30 minutos, se hacen mediciones de caudales de la cantidad de agua que se está aplicando dentro y fuera del invernadero. Desarrollo vegetativo y la producción, balances de energía, entre radiación neta, calor latente, calor sensible y variación de energía en el suelo, de modo de conocer cuánto es la evapotranspiración del palto.
En opinión de Raúl Ferreyra, existe una gran probabilidad que este proyecto sea exitoso en palto. “Esta tecnología permitiría poner un segundo piso a nuestros campos ya que podríamos disminuir los requerimientos hídricos y aumentar el rendimiento”.
Sin duda, una apuesta novedosa que permitiría a la industria aumentar la oferta ante un escenario de falta de recurso hídrico y con pocas áreas disponibles con condiciones climáticas ideales para producir esta especie.