El argumento del célebre ballet andaluz del afamado músico español Manuel de Falla, cuenta la historia de una muchacha gitana, cuyo amor se ve atormentado por su descreído antiguo amante. La obra es de carácter marcadamente andaluz, tanto en lo musical como en lo literario. Aunque durante mucho tiempo se creyó que el libreto había sido escrito por Gregorio Martínez Sierra, al igual que la mayoría de sus obras, fue su esposa, María de la O Lejárraga García, la autora.

La obra incluye las famosas Danza ritual del fuego, la Canción del fuego fatuo y Danza del terror. Una historia de hechizos, de brujería, donde el espectro del amante muerto de Candela se le aparece celoso ante sus amores con Carmelo.

Síntesis de la obra “El Amor Brujo”

Candela, una mujer joven, muy bella y apasionada, ha amado a José un gitano malvado, celoso y disoluto, pero fascinante y zalamero. Aunque vivió con él una vida de infelicidad, lo amó intensamente y lloró su pérdida, incapaz de olvidarlo. Los recuerdos de él son como un sueño hipnótico, un hechizo morboso, espantoso y enloquecedor. Candela está horrorizada por el pensamiento de que el muerto no se haya ido del todo, que pueda volver y la siga queriendo a su manera feroz, ambigua, desleal e insidiosa. Incluso se permite a sí misma caer presa de los pensamientos del pasado, como la influencia de un Espectro, a pesar de que es joven, fuerte y vivaz.

La primavera vuelve y, con ella, de nuevo el amor en la persona de Carmelo. Carmelo, un joven atractivo, enamorado y galante, la corteja. Candela, que no es reacia a ser conquistada, corresponde a su amor de forma casi inconsciente, pero su obsesión por el pasado supera su inclinación presente. Cuando Carmelo se acerca a ella y se propone conseguir que comparta su pasión, el Espectro vuelve y aterroriza a Candelas hasta separarla de su amante. No pueden intercambiar el beso de amor perfecto.

En ausencia de Carmelo, Candela languidece y se desploma; se siente embrujada y sus amores pasados parecen revolotear sobre ella como murciélagos malévolos. Pero el sortilegio maligno se ha de romper y Carmelo cree haber encontrado un remedio. Una vez fue compañero del gitano cuyo espectro atormenta a Candela. Sabe que el amante muerto era el típico galán andaluz, infiel y celoso. Puesto que parece conservar, incluso después de muerto, su querencia por las mujeres hermosas, se debe aprovechar esta debilidad para apartarle de sus celos póstumos y, así, Carmelo pueda intercambiar con Candela el beso perfecto, contra el cual nada podrá hacer el embrujo del amor.

Carmelo convence a Lucía, una joven gitana guapa y encantadora, amiga de Candela, para que simule aceptar los galanteos del Espectro. Lucia acepta por su cariño hacia Candela y también llevada por la curiosidad femenina. La idea de coquetear con un fantasma le parece atractiva y novedosa. Además ¡El muerto era tan divertido en vida! Lucía ocupa el puesto de centinela.

Carmelo vuelve para cortejar a Candela y el Espectro de José aparece… pero para encontrarse con la encantadora gitanita y ni puede ni quiere resistir la tentación, incapaz de resistirse a los atractivos de una cara bonita. Corteja a Lucía engatusándola e implorándola, y la coqueta gitana casi llega a desesperarlo. Mientras tanto, Carmelo consigue convencer a Candela de su amor y la vida triunfa sobre la muerte y el pasado. Por fin los amantes intercambian el beso que derrota la maligna influencia del Espectro, que perece vencido definitivamente por el amor.

Teatro Danza Flamenca: El Amor Brujo de Manuel de Falla

Sábado 10 y Domingo 11 febrero 20:00 horas, Parque Cultural Valparaíso