Sentados alrededor de un mandala redondo con coloridos detalles están sentados doce niños y niñas del jardín infantil Arcoiris del cerro Placeres en Valparaíso, música acompaña a una educadora que incentiva a los párvulos a hacer distintas posturas de yoga conocidas como asanas. Tranquilidad es lo único que se percibe en los espacios del recinto educativo.

Es luego del periodo de vacaciones en el que las profesionales del jardín redoblan sus esfuerzos en realizar esta disciplina originaria de India con niños y niñas, principalmente como método de adaptación en el regreso, además de generar lazos afectivos.

Margarita Tapia, Directora del jardín infantil Arcoiris reconoce que desde 2015 se trabaja con el yoga, siempre pensando en el buen trato hacia los los párvulos, “los niños y niñas proponen posturas y tienen la libertad para elegir si quieren realizar las actividades (…) ellos ya están acostumbrados y piden hacer yoga”, agregó.

El objetivo principal de esta actividad es que niños y niñas disminuyan su ansiedad luego de la vuelta al jardín, tras las vacaciones, entrando en confianza con sus pares, con educadoras y técnicas. La calma y seguridad que entrega el yoga genera lazos afectivos con las profesionales, facilitando la interacción.

Párvulos de los niveles medios del jardín Arcoiris de cerro Placeres proponen asanas y afianzan lazos con sus pares y educadoras