Una emotiva acción realizó Fernanda Cabrera (14 años, Quillota) paciente de la Unidad de Fisurados del Hospital Dr. Gustavo Fricke del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota, quien tras recuperarse de un largo tratamiento de Fisura Labiopalatina, sorprendió a los pequeños pacientes y padres que esperaban atención, cantando varios temas del repertorio de la música popular.

Su positiva experiencia fue compartida con otros niños que se atienden en el hospital Dr. Gustavo Fricke, el cual es centro de derivación para la Región de Coquimbo y Valparaíso en esta patología GES, donde reciben una atención integral.

El doctor Juan Mangili, Jefe de la Unidad de Fisurados del Servicio de Odontología del establecimiento, destacó el gesto: “Fernanda vino a mostrar a nuestros pacientes cómo quedó de bien después de su cirugía del paladar. Ella canta de forma muy hermosa, lo que es un estímulo para los papás y los pacientes. La idea es que mamás, papás y los niños comprendan, hasta donde podemos llegar si hacemos un compromiso al 100% por el éxito de los pacientes. Lo más importante, es que hemos tenido una mejora continua, siempre son los propios pacientes los que nos están evaluando y los resultados que tenemos son como los que vimos. Cuando tenemos un paciente que está integrado a la sociedad, que está psicológicamente estable, con una buena apariencia física, habla en perfectas condiciones, es capaz de manejar su voz, como canta Fernanda, eso significa un buen resultado del tratamiento, eso nos pone contentos a nosotros y reafirma a los papás para tener el éxito que ellos buscan” explicó el cirujano maxilofacial.

La Unidad de Fisurados tiene en control cerca de mil pacientes con diagnóstico de fisura labiopalatina de las Regiones de Valparaíso y Coquimbo por ser uno de los 8 centros de derivación que existen en el país, donde ingresan 60 niños nuevos cada año. De esta cantidad, la mayoría son pacientes GES que corresponde a aquellos nacidos desde el 2005 en adelante, y una cifra menor de pacientes que si bien no son GES, ingresaron al programa -que data de 1998- antes de la creación del GES. Todos reciben el mismo nivel de atención y de preocupación hasta su alta a los 18 años de edad con tratamiento integral tanto quirúrgico, fonoaudiológico, kinesiológico y sicológico.

Sobre su acción artística, Fernanda Cabrera, se mostró emocionada y manifestó: “Me dio mucha emoción porque me acordé de mi mamá cuando yo era chica, y veía a tantas mamás y niños sufriendo, y sentí que toda esa gente va a poder lograr sus sueños, porque nada es imposible. Me gusta mucho cantar. Cuando sea grande quiero ser como la Selena y viajar por todo el mundo cantando. Canté por primera vez en el colegio y gané el primer lugar, y después fui a cantar al Festival de Llay Llay y también gané el primer lugar” señaló una feliz Fernanda.

Su madre, Andrea Rojas, valoró el trabajo del equipo asistencial de la Unidad de Fisurados y resumió así su experiencia: “Nuestra historia comienza un 6 de septiembre de 2004, cuando mi pequeña nació y nos dimos cuenta en la sala de parto que traía una fisura palatina. Yo era muy joven. Millones de miedos invadieron mi mente, no sabía qué significaba, ni qué magnitud tenía, ni cuáles repercusiones tendría en la vida de mi hija, si es que podría tener una vida normal”.

“Así fue cómo llegamos acá. Desde el principio, recibimos un 100% de apoyo de todo el equipo médico, de los doctores, los paramédicos, fonoaudiólogos, todo el apoyo inmediato. Se nos dijo que todo andaría bien. Y así fue. Sentíamos la necesidad de agradecer, al equipo médico, al hospital, pero no encontrábamos la forma adecuada, hasta que mi hija empezó a cantar. Y se me ocurrió que a lo mejor sería una linda experiencia demostrarle a las familias que no todo es tan malo como parece en ese momento. De que sí se puede, que nada es imposible, los niños con fisura generalmente tienen problemas fonoaudiológicos, pero Fernanda está en el colegio, cursa séptimo básico, no tiene ningún tipo de impedimento, que tenga que ver con respecto a la fisura. Yo creo que el equipo médico que trabaja acá es excelente, se nota su vocación.

Finalmente, la fonoaudióloga de la Unidad, Natalia Peralta, quien trabajó con Fernanda, sostuvo que “fue una experiencia súper emocionante ver el resultado del trabajo en equipo que hacemos acá, primeramente quirúrgico y luego la rehabilitación que va enfocada sobre todo en la inserción social que tienen que tener todos los niños, sin importar el diagnóstico que tengan al nacer, con mamás que se encuentran muy preocupadas sobre cómo se van a insertar en la sociedad, si van a poder hablar o no. Que cante, y cante así de esta manera, es más que una bendición para ella, sobre todo el poder realizarse, eso es lo más importante, que hagan lo que ellos quieran, lo que les gusta y que sean felices en eso” expresó la profesional.