La Unidad de Kinesiología del Hospital de Quilpué, ha buscado desde sus inicios convertirse en un soporte fundamental de la atención médica ambulatoria y de hospitalizados, que pretende acortar los tiempos de recuperación y lograr el máximo de capacidad funcional de cada paciente.

Profesionales capacitadas han puesto a disposición de los pacientes conocimiento y nuevas técnicas terapéuticas

Con este objetivo, la unidad de kinesiología del Consultorio de Especialidades, que atiende a pacientes de manera ambulatoria, ha ido incorporando novedosas estrategias terapéuticas que apuntan a la recuperación de la funcionalidad en una gama diversa de pacientes, con el fin de que estos puedan reintegrase a sus actividades diarias y mejoren su calidad de vida.

Según explicó Norma Sarmiento Chamorro, Jefa de la Unidad de Kinesiología, el equipo ha ido actualizando sus herramientas terapéuticas y ha visto en la capacitación permanente una posibilidad de desarrollo de nuevas estrategias en beneficio de los pacientes.

“Inicialmente se trabajaba con los elementos tradicionales de la kinesiología para el manejo de pacientes ambulatorios como la fisioterapia, por ejemplo el ultrasonido y el tens que se ocupa para aliviar el dolor, y en la medida que fueron pasando los años, el equipo ha ido capacitándose por su propia cuenta en nuevas herramientas terapéuticas, que además son de carácter transversal para diversas patologías y ha puesto al servicio de la unidad esos conocimientos” explicó Norma Sarmiento.

Nuevas técnicas terapéuticas

Una de estas estrategias es el “tape” o vendaje funcional, técnica que ha sido puesta en práctica por gran parte del equipo para tratar lesiones músculo esqueléticas. Esta herramienta también ha apoyado el tratamiento de pacientes con edema linfático causado por lesiones traumáticas complejas o de origen oncológico. “Es una súper buena herramienta, bastante efectiva y que gracias a la capacitación de las colegas es que se ha podido implementar”, explicó la jefa de la Unidad de Kinesiología.

En la misma senda, las profesionales de la unidad se han capacitado en manejo instrumental de tejidos blandos y han puesto a disposición de los pacientes un set de herramientas con los que se puede abordar problemas de tejido muscular, tendíneo, fascial, zonas de adherencia y puntos dolorosos de difícil manejo, logrando un resultado bastante más efectivo en número de sesiones que con las estrategias más convencionales de la kinesiología.

Otra de las herramientas es la punción seca que se utiliza para el manejo de puntos dolorosos musculares a través de la punción con agujas en la zona específica de dolor. El último avance que se implementó es la ventosaterapia o “cupping”, a través del trabajo con ventosas para tratar lesiones musculo esqueléticas, que ha tenido muy buenos resultados en pacientes con patologías en áreas tan diversas como el trauma agudo, oncológicos, pacientes GES, debido a que también se trata de una técnica usada de manera transversal.

“Se da históricamente que los pacientes que ingresan a rehabilitación son cada vez son más complejos y hay que hacerse cargo de esa complejidad. Es por ello que hemos tomado el desafío de formarnos en estrategias nuevas, buscando dentro de todo el arsenal terapéutico, aquellos que tienen evidencia y puedan ser más eficientes en las condiciones que tenemos acá en el establecimiento, de manera que sean más eficaces y efectivos en el tratamiento kinésico de nuestros pacientes”, finalizó Norma Sarmiento.

Jaime López Castillo, paciente de la Unidad de Kinesiología quien recibe tratamiento para recuperarse de una fractura de tobillo, comentó tras una de las sesiones de ventosaterapia que “me han entregado fe y esperanza mediante el profesionalismo que tienen. Estoy pisando de a poco con el pie, ha ido evolucionando bien, me enseñaron a usar muletas que no sabía. Agradecido del equipo que trabaja en la unidad y que da cuenta que en la salud pública hay grandes profesionales que entregan lo mejor”, expresó.