La nueva ley de etiquetados de alimentos ha develado que muchos de los productos que se denominaban ‘light’ o ‘diet’ no lo eran. Los discos pare con fondo negro y letras blancas sepultaron esas viejas estrategias publicitarias, ya que los “Alto en…” dan cuenta de la real cantidad de un nutriente crítico en el producto. ¿Cómo se enfrenta este nuevo escenario?

Las etiquetas en forma de disco pare parecen haber enterrado para siempre las palabras “light” y “diet”, ya que dejaron al descubierto que algunos productos no eran tan ‘livianos’ como se promocionaban. Por ello, la publicidad nacional está tomando diferentes caminos para enfrentar esta situación e incluso ya ha parecido un nuevo concepto: ‘line’.“Las empresas deberían apoyar la nueva ley junto con el buen uso de las etiquetas, pero además, deben ser un agente activo colaborando para fomentar una buena educación en cuanto a la alimentación, creando o apoyando, por ejemplo, las instancias deportivas. En esa línea, la estrategia en cuanto a un producto específico, que tenga muchas etiquetas ‘altas en’, podría ser destacar otros tipos de atributos que tenga el producto y balancear desde ahí”, sugiere Ignacio Besnier, docente de la Escuela de Publicidad de la Universidad del Pacífico.

Como la ley permite que la industria invente nuevas palabras de fantasía para sus campañas de marketing, ya muchas empresas han apostado por conceptos como ‘line’ o ‘balance’, para continuar trabajando con la idea de que es un alimento que mantiene la figura esbelta de una persona.

“Una opción puede ser crear nuevas palabras de fantasía que acompañen al producto, pero hay que tener claro que si todos los productos, o la gran mayoría de una misma categoría, van a tener muchos disco pare, la estrategia debiese apuntar a que los consumidores elijan el mejor en cuanto a sabor, o entretención, precio, etc.”, advierte Besnier, Director de Arte Senior en Prolam Y&R

Según el experto, este nuevo escenario es una excelente oportunidad para que las empresas, a través de la publicidad, potencien el vínculo que tienen con los consumidores. “Las empresas, en conjunto con las agencias, deben aprovechar esta instancia para generar campañas de Goodwill, en donde refuercen los lazos de la empresa y su relación con la gente, y puedan potenciar su imagen de empresa, facilitando su sostenimiento en el mercado. Por ejemplo, creativamente, el disco pare y su contenido puede pasar a ser un elemento con el que se pueda interactuar en la misma comunicación”, propone Besnier, publicista de la Universidad del Pacífico.

Otra de las alternativas sería crear diferentes productos sobre la misma categoría, dándole al cliente más opciones donde elegir. “Una opción de estrategia comercial pudiese ser crear extensiones de línea del mismo producto, es decir, si ya tienen uno que es alto en alguna de las categorías, sacar al mercado uno que sea en baja y así tener ambas opciones. Estas extensiones de líneas permiten renovar el interés y los vínculos de la marca, fortaleciendo el nombre de ésta, esto considerando que se debe mantener una imagen de calidad en cada una de sus extensiones”, indica Besnier.

Finalmente, el mundo publicitario nacional está frente a un nuevo e inédito escenario, lo que puede traducirse en un gran problema o en una gran oportunidad. “Clarificar los contenidos de los productos es un primer paso, pero de nada sirve si no se pone el real esfuerzo en educar. El verdadero cambio viene en modificar la manera en la que estamos viviendo y entender cómo nos alimentamos. Es importante fomentar una vida más sana, generar más parques, bajar impuestos a los alimentos más sanos, etc. Además de ser una actividad provocadora de acciones, la responsabilidad de la publicidad y del marketing es ser un conductor de transformación para una mejor sociedad”, concluye Ignacio Besnier, docente de la Escuela de Publicidad de la Universidad del Pacífico y Director de Arte Senior en Prolam Y&R.