La Alianza del Pacífico tiene varios atributos. Comenzó con cuatro países que tenían una mirada común respecto a un proceso de integración en América Latina, no pretendió competir contra ningún otro proceso como Unasur o Mercosur, y ha sido exitoso porque ha generado una institucionalidad que cada vez es más observada por otros países.

La Alianza del Pacífico tiene una mirada que más preocuparse de los temas regionales, coloca la vista en el Asia-Pacífico, que es donde se está desarrollando el mundo. Ahí es donde se está desarrollando la tecnología hoy día y es donde el comercio más crece, donde están las economías más potentes, léase Estados Unidos, China, Japón, y todo el sudeste asiático, es decir, el mundo se trasladó, desde fines de la Segunda Guerra Mundial desde el Atlántico norte hasta el Pacífico. Creo que nosotros en Chile junto con la Apec, junto con el TPP —que hay que discutirlo y ver cómo se va a aprobar, si es que se va a aprobar— y este esfuerzo de la Alianza del Pacífico, estamos poniendo nuestras fichas desde América Latina en el Asia-Pacífico, que es la región más importante del planeta para el crecimiento y el desarrollo.

Chile es un país que depende de su comercio exterior: nosotros exportamos mucho e importamos mucho. El desafío nuestro es ponerle valor a nuestras exportaciones, y hemos ido avanzando en eso, pero seguimos siendo 'cobre dependientes'.

Tiene importancia muy especial el ser partícipe de esta instancia desde sus inicios ya que es el momento en el cual estos foros comienzan a fijar las reglas para comerciar y por los cuales se van entender en el futuro. Si yo no ingreso hoy día, e ingreso mañana, los que están actualmente sentados nos podrían argumentar: 'usted tiene que aceptar estas reglas ya que usted no las definió.

Nosotros podemos no ser parte de estos foros, pero los foros van a existir igual y el objetivo es determinar normas. Y una nación puede esperar que le fijen dichas reglas o construirlas y creo que nuestra decisión, por la relevancia que tiene para nuestro país el comercio exterior, es mucho más importante escribir o redactar esas normas. Esto es muy importante, en especial, cuando instancias como la Organización Mundial del Comercio se encuentra estancada en sus conversaciones.

Chile, siendo parte desde el principio de estos procesos, ayuda a fijar estas reglas, que no son solamente comerciales. Acá hay temas medioambientales o reglas laborales; e insisto que estos temas son muy importantes porque no podemos aceptar un crecimiento desmedido que ponga en peligro el medio ambiente, o que se base en la explotación de la mano de obra. Esto lo hemos tratado de hacer en América Latina, y nos ha costado. Incluso hay gobiernos progresistas de la región que no han estado disponibles para incorporar junto con el tema comercial, otras normas como las que se han señalado —ambientales o laborales— o simplemente para que cada uno respete al menos su propia legislación laboral.

En estos foros tenemos la posibilidad de avanzar en aspectos comerciales, pero también avanzamos en otras áreas, por ejemplo en los temas de intercambio de estudiantes o de validación de las titulaciones.

Lo más fundamental es que desde el primero de mayo de este año comenzó el proceso de intercambio comercial, regulado entre los cuatro países y ya sancionado a través de los parlamentos. Lo segundo, que es bien importante desde el punto de vista político, es que va a venir como observador Argentina encabezado por su Presidente. A esto se agrega los representantes de 49 instituciones que asisten como observadores lo que demuestra el interés global que ha despertado esta instancia de la Alianza del Pacífico.

Lo que ha ocurrido en Europa la semana pasada, es una señal de alerta respecto a cómo vamos a abordar los temas, y por eso creo que los parlamentos deben ser parte del proceso más institucional de la Alianza del Pacífico. Históricamente no ha sido así; pues bien, las cosas cambian. Y creo si es que hay que sumar fuerzas, en la medida que yo crea que esto es una propuesta seria y en beneficio, hay que incrementar opiniones que no pueden quedar excluidas del proceso de toma de decisiones más formal, como es el proceso de internalizar este proceso de integración, por tanto los parlamentos de los cuatro países deben tener un rol más importante incorporado en una estructura institucional de la Alianza del Pacífico.