Ayer el Servicio Electoral (Servel) dio a conocer el “Manual de consulta de campaña y propaganda electoral” para las elecciones municipales de octubre próximo, donde prohibía el uso de las redes sociales para hacer propaganda política. Tanto fue el impacto que produjo esta medida, que de manera casi unánime el mundo político chileno reaccionó y anunció un proyecto para impedir esa restricción. Sin embargo, ello no fue necesario, ya que el Servel revirtió su decisión.

Uno de los criterios añadidos al Manual dice que “se podrán efectuar comunicaciones privadas tales como: correos físicos o electrónicos, llamadas o mensajes telefónicos o las que se realizan por medio internet a través de las redes sociales, ya que no constituyen 'manifestaciones públicas' y, por ende, no son propaganda electoral, según la definición de la actual legislación”.

Por ello, las redes sociales serán un medio más que podrán utilizar los políticos para dar a conocer sus ideales y propuestas. De hecho, desde hace algún tiempo que el video viral se ha transformado en una importante forma de acercarse a los votantes hablando sobre temas políticos.

Primero fue el empresario Andrónico Luksic, quien se atrevió a responder vía Youtube al diputado Gaspar Rivas. Luego, fue el ex presidente Sebastián Piñera quien subió un video criticando el manejo de la delincuencia actual en su Facebook. Al parecer, el video se ha transformado en la plataforma favorita de los personajes influyentes en el último tiempo, ya que como dicen: “una imagen vale más que mil palabras”.

Así, muchos políticos y gobiernos parecen haber encontrado en Youtube un espacio para difundir sus actividades y programas. Según el estudio “Líderes mundiales en YouTube”, realizado por Burson-Marsteller en base a una investigación hecha en marzo de este año, cerca del 77% de los estados miembros de las Naciones Unidas (148 de los 193) tiene un canal oficial en Youtube, una tendencia que también se observa en políticos de todas las corrientes.

El Servicio Electoral dio un paso atrás y anunció que sí permitirá el uso de redes sociales para la propaganda electoral de las elecciones municipales de octubre próximo. En plataformas como Facebook y Twitter, los videos promocionales son una de las mejores alternativas para que un político pueda llegar a las masas. Un experto analiza este fenómeno.¿Por qué Youtube es tan popular entre los políticos actualmente? “Los políticos están constantemente vendiendo una imagen de hombres probos, idóneos para los cargos a los que se postulan, porque saben que es la forma en que los ciudadanos votarán por ellos. Los políticos tienen la percepción de que el mundo lo cambiaron grandes oradores, no grandes escritores, y YouTube proporciona justamente eso: una plataforma de video en la que los políticos pueden difundir sus ideas haciéndose reconocidos visualmente. Ellos saben que los presentes y futuros votantes reconocerán mejor a una persona si la ven actuando en video, en vez de leer una columna de ellos en el periódico. El video permite desarrollar una opinión mucho más rápida y perdurable sobre ellos”, explica Rodrigo Fuentealba, docente de Comunicación Digital y Multimedia de la Universidad del Pacífico.

Otra de las ventajas del video en la política es la posibilidad de entregar lo que realmente el político quiere dar a conocer. “El video digital puede convertirse en una poderosísima herramienta para informar, opinar y generar discusión. En YouTube, el que crea el contenido es quien elige lo que quiere mostrar y la forma en que lo desea hacer. La imagen entrega de manera más rápida la idea que se busca transmitir, que además se puede complementar con sonido, imágenes, etc.”, indica el especialista.

Además, el video, y su plataforma más famosa, YouTube, puede ser una vía para llegar a los votantes más jóvenes, para comunicar las ideas en un medio más ‘moderno’. “El alcance de YouTube no tiene limitaciones de reproducciones o de horarios, a diferencia del tiraje de distribución de los medios escritos y de la cobertura específica de la frecuencia radial o señal televisiva. Eso hace a YouTube una forma de llegar a los votantes de entre 24 y 30 años, ya que a esta edad dejan de usar Internet para jugar y estudiar y comienzan a usarla como medio para informarse”, puntualiza Fuentealba.

En cifras, YouTube tiene más de mil millones de usuarios activos mensuales y 500 horas de video subidas por minuto. Entre los políticos, el que mejor ha utilizado el poder de los videos en línea es el actual Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. El video en el que Obama aparece bailando con la presentadora y comediante Ellen DeGeneres una canción de Beyoncé en 2007 es el que más visualizaciones tiene (más de 13.300.000), considerando sólo las cuentas de los líderes mundiales. Le sigue el video de la Reina Rania de Jordania, quien publicó una lista de 10 razones por las que lanzó su canal de YouTube, entre las que se encuentra la frase: “porque cualquier cosa que la Reina Isabel pueda hacer, yo la hago mejor”.

“Todo partió con la campaña política de Barack Obama, que utilizó muy bien YouTube. Aunque ya tenía una carrera política, la complementó muy bien con su perfil en Internet. Eso es vital, ya que lo que se muestra en YouTube debe condecirse con lo que es la persona en la realidad, o lo que al menos ha mostrado en los medios tradicionales. Si esa imagen difiere mucho de la que presenta en YouTube, probablemente esto le va a jugar en contra”, afirma el docente de la U. del Pacífico.

¿Cómo un político puede utilizar bien YouTube? “Lo principal es crear contenido, tal como videos de charlas, conferencias o eventos, en el que el político dé a conocer sus puntos de vista sobre temas de interés, idealmente usando recursos visuales para reforzar las ideas que busca transmitir. Luego es importante hacer difusión usando una combinación entre redes sociales y medios tradicionales, que le permita resolver la gran desventaja de YouTube: aunque es una herramienta audiovisual gratuita muy versátil, YouTube no cuenta con las herramientas suficientes para promocionar a un político por sí sola, es decir, es un medio de comunicación de contenidos con el que se pueden lograr muchísimas cosas, pero que debe complementarse con otros medios que permitan encontrar ese contenido”, concluye Rodrigo Fuentealba, docente de la Escuela de Comunicación Digital y Multimedia de la Universidad del Pacífico.