Por Decreto Supremo del Ministerio del Interior y Seguridad Pública N° 253 de marzo de 2016, se dispuso cambios a la hora oficial de Chile Continental y Antártica Chilena, fijando el horario de invierno a partir del 14 de mayo y hasta el 13 de agosto. Así, a partir de este sábado gozaremos de días más largos y luminosos, pero para ello tendremos que ajustar algunos dispositivos electrónicos, además de nuestro reloj biológico.

“Aunque el adelanto del reloj sólo es en sesenta minutos, nuestro cuerpo lo podría resentir, asociándolo a cansancio, somnolencia y malestar en general, mientras se va acostumbrando al nuevo horario”, señala Pedro Leal, jefe de carrera de Técnico de Nivel Superior en Prevención de Riesgos de la Universidad del Pacífico.

La noche de este sábado 13 de agosto, mientras algunos estén en plena fiesta, los relojes tendrán que adelantarse en una hora cuando éstos marquen las 00:00 del domingo 14. Con ello se pondrá fin a los tres meses de horario invernal y comenzará una etapa de mayor luz y de nuevos ajustes biológicos. Experto adelanta algunas recomendaciones.Y es que la adaptación al nuevo horario no es inmediata. “Especialistas afirman que nuestro organismo necesita entre tres a siete días para adaptarse a estos cambios. Así, cuando llegue el día lunes y comience la semana laboral, nuestro cuerpo lo podría notar, manifestando dicho cansancio”, advierte.

En ese sentido, el profesional hace un llamado a ser cautos en las acciones que realicemos para evitar riesgos. “Por ejemplo, como se podría llegar a dormir menos durante los primeros días, es bueno estar alertas al momento de ejecutar alguna actividad, para así evitar algún tipo de accidente. Esto, especialmente cuando conducimos un vehículo o cruzamos la calle, o bien si tenemos que realizar algún trabajo en altura o manejar maquinaria pesada, entre otros”, enfatiza el experto.

Debido a lo anterior, el académico de la U. del Pacífico recomienda seguir unos simples consejos. “Primero, partir acostándose un poco más temprano de lo habitual, entre tres a cuatro días antes del cambio de hora, para conciliar el sueño de manera anticipada, de manera que el cuerpo se vaya familiarizando con el nuevo horario. Adicionalmente, comer alimentos más livianos en la tarde-noche, con la finalidad de dormir con el estómago menos pesado, y bajar el uso de aparatos tecnológicos como celulares, notebooks o tablets, lo que contribuirá, sin duda, a conciliar mejor el sueño, brindándole así un merecido descanso a nuestra mente y cuerpo”, sugiere Leal.

“Estos simples tips debieran ayudarnos para andar más concentrados en nuestro quehacer y con mayor energía para enfrentar el día a día, el que sabemos se puede tornar agotador, según sea nuestra carga laboral. La idea es poder disfrutar de estos días que vienen, donde el calor y el color nos harán sentir optimistas y con más ganas de querer hacer cosas”, finaliza el experto en Prevención de Riesgos de la Universidad del Pacífico.